¿Nacemos o nos nacen?

Tú no naces, la vida te nace. Continuamente. Desde tus progenitores a tus docentes, de tu pareja a quien maneja la empresa en la que trabajas. Sin que te pregunten: ¡ala! ¡A la vida!

Cierto es que en ocasiones tú ya te hueles la tostada y puedes prepararte un poco la maleta, el mapa o al menos la ropa interior que vas a ponerte para el camino, pero en otras la vida te echa al ruedo a torear sin que tengas traje ni luces.

Sabiendo esto no estaría de más que tuviéramos un pequeño manual sobre “cómo actuar una vez que te han nacido”.  Por ejemplo: si usted nace en un terreno con pinchos, antes de empezar a alisarlo procúrese unos zapatos con suela gruesa. O: aprenda a buscar los aspectos positivos de su nueva situación carente de lastres y decore su refugio.

Llegados a este punto lo que se me ocurre es que la clave sería aceptar que en la vida muchas veces te nacen pero que otras –y aquí viene la parte buena- puedes nacerte tú, y que la gracia estaría en encontrar un equilibrio entre unos y otros nacimientos.

Muchas de las personas que más quiero y admiro se han sabido nacer. ¿Que la vida me imposibilita para moverme una temporada? me hago pintora y diseñadora. ¿Que el mercado laboral ordinario me expulsa? me dedico a la actuación. ¿Que la vida me arrebata al ser que más quiero? recojo su legado y lo continúo.

En mi caso, como en el tuyo, me han nacido unas cuantas veces. No siempre lo he recibido bien pero a la larga he intentado sacar algún provecho o aprendizaje.

Recientemente el cierre de los blogs de HOLA.com me ha empujado no sólo a tener mi propio blog, sino a aprender a crear una página web entera. ¡Quién me lo iba a decir!

Pero sin duda mi mejor nacimiento se produce en Navidad –lo mismo que el Niño Jesús- cuando saco provecho a pertenecer a una familia disfuncional y me monto un combo Canarias – Asturias que quita el sentío. Atrás quedaron los años de sufrimiento y convencionalismos envenenados, hola vivir feliz.

Si tú tienes un buen plan familiar (como disfrutar de La Tribu de Lxs Fernández), perfecto, pero en caso contrario me alegra observar cómo cada vez más personas aprovechan estas fechas para realizar un viaje o celebrar unas fiestas alternativas.

Y como Navidad es compartir, aquí te dejo algunos hallazgos y confirmaciones de nuestro combo.

LANZAROTE. Es la decimosegunda vez que pasamos estas fechas en la isla y siempre hay rincones nuevos que disfrutar. A nivel gastronómico hemos saboreado la reinvención del Teleclub de Soo y la reapertura de Casa Emiliano en Femés; y confirmado, sin duda, que el mejor pescado lo hemos comido siempre en Casa Torano en El Golfo, y que nuestro lugar preferido de Arrecife es la Tasca la Raspa en el Charco de San Ginés.

Dos consejos: por favor, respeta el frágil ecosistema de la isla y aprovecha para interactuar con sus sabias gentes.

ASTURIAS. En esta ocasión hemos redescubierto Luanco, donde tuvimos una fantástica experiencia en La Rula (si hace sol su terraza en el muelle es una delicia) y me quedé con muchas ganas de repetir mi fabada preferida en Bar Camacho (Anieves, Oviedo) así que te animo a que no te pase como a mí y vayas.

Tanto en Asturias como en Lanzarote he tenido la fortuna de disfrutar no sé si de mi familia elegida, pero desde luego la que me trajo el nacerme. Y oye, qué bien sienta.

Así que después de todo esto mi deseo para ti no es otro que un estupendo 2023, pero, sobre todo, que te nazcas feliz.

Un abrazo enorme.

Qué gusto que estés aquí.

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