El Abrazo de la Ansiedad
En el fondo siempre anduvo por ahí. Como una mosca, un sudor o un escalofrío pasajero. Pero poco a poco se tornó un abrazo. Primero un abrazo incómodo y breve. Luego uno fuerte, muy fuerte, como una piel dura y pesada que se sobreponía a la propia. Y ese abrazo se quedó. Como una …